Cinco frases, cinco notas sobre: soltar, actuar, perder, amar.
Mi pequeña colección emocional de frases que me gustan, poesía y hasta comentarios que leí en redes sociales, que ya cambiaron mi vida.
I. “La vida ya es muy dura, suelta lo que no es un problema”
El otro día pensaba en algo personal que me tiene muy triste. Una enfermedad. Me dejaba estresada preguntándome qué sería de mí, desde la frustración de no poder hacer nada, de no poder sanar a las personas o no poder yo sola resolverlo todo.
Llegué a la simple conclusión: hay miles de circunstancias que no están en mis manos. Entenderlo y dejarlo ir es un acto de cuidado propio, y me regala la oportunidad de enfocarme en todo aquello que sí puedo procurar para hacerme feliz.
II. “Enfócate en lo que dice y hace, no en lo que piensa y ‘podría hacer’. Uno actua con lo que hay, no con lo que podría haber.”
Oh yeah, hasta el @user208198472 de TikTok es capaz de cambiarte la vida en la cajita de comentarios.
Sin querer queriendo, me he identificado cada vez más como una persona de acciones.
Acciones cuyos resultados no siempre son a mi favor pero pienso:
“al menos es mejor que no hacer nada” o
“al menos ya sé qué camino no funciona”.
Fue así como conseguí mi contraseña del SAT -sin sacar cita, sin estar segura de lo que estaba haciendo-.
También me llevó a calificar a varias entrevistas de trabajo. Unas que conseguí y otras que se quedaron en el ‘casi’.
El punto es que, un “te amo” sin demostración real, carece de coherencia y por lo tanto, carece de verdad.
Veo imposible materializar a través de discursos si estos no se acompañan de acciones que hagan que las cosas sucedan.
Esta frase es más un recordatorio: a veces es bueno sentarse a pensar y hablar, pero no hay que ponerse muy cómodo. Levántate y acciona.
III. “Si dejas algo atrás, también ganas algo.”
Para los corazones rotos. Para un duelo. Para cuando te mudas de ciudad. Para tu amigo que dejó de serlo. Hasta cuando es complicado verlo en el momento, incluso en la pérdida, se gana:
tiempo, espacio, paz, claridad…la oportunidad del redescubrimiento de una nueva faceta de tu propia persona.
No todo lo que pierdes te empobrece.
IV. “Sueñas en un idioma que no entiendo, es como si hubiera todo un lugar dentro de ti al que no puedo ir.”
Recientemente vi Past Lives, y aunque no recuerdo bien los nombres de los personajes, si recuerdo cuando escuché este pedazo de diálogo que inmediatamente se impregnó.
Me sentí destrozada ante una dura incomodidad que me da vergüenza enfrentar: ¿qué tal si, el amor de mi vida ya tuvo que soltar al amor de su vida?
No importa lo fuerte que le ame, lo dispuesta que esté, cuánto lo demuestre o cuán libre esté del recuerdo del amor de su vida…ese amor ya existió para alguien más. Y eso significa que, yo no soy la persona de mi persona.
Es raro pensar que el fantasma de alguien que ni siquiera conozco, con quien ni siquiera me es posible competir y mucho menos compararme, habite entre nosotros. ¿Me queda conformarme en ser la persona elegida y no en “la única”?
Hablando de lo que más podría doler del amor. Prefiero no pensar en eso, pero aquí sigue. Es parte de mi presente.
V. “No es lo que siento por ti, es lo que no siento por nadie más.”
Lo dijo Jaime Sabines. Supuestamente. Seguramente no. Pero Jaime Sabines fue chiapaneco. Y tan solo eso, me define como persona. Tanto como esta última frase.
Es un sentimiento inevitable rendirme completamente por amor. He olvidado las promesas que le he hecho a mi orgullo.
De repente me descubro haciendo todas esas muestras de devoción que juraba no hacer por nadie.
Nos enseñan que amar mucho es de débiles, que uno no se puede sacar el corazón para entregarlo, que es peligrosísimo -y puede que lo sea-.
Pero aún así, teniendo todo por perder, hay una pequeña ventana abierta a la posibilidad de un amor que perdure.
Uno que se sostenga con la misma fuerza con la que se entrega.
Mi mamá estaría feliz de escuchar esto pero, creo que después de todo, si soy una persona de fe.
Fe en que esa persona que me hizo derribar mis propios muros,
que me orilló a hacer lo que no he hecho por nadie más,
también sea la persona que vuelva a construir los muros que derribó.
Más fuertes.
Y alrededor de nosotros.
Estas frases no las siento solo como palabras bonitas.
Quiero pensar que me anclan y aunque no quiera, también me enfrentan.
Me dan qué pensar.
Nada de lo que escribí ha sido una experiencia unilateral. Hay varias contrapartes en mis propias historias. Otras presencias con caminos que se cruzaron con el mío. Y es bueno pensar que son caminos que no estoy recorriendo yo sola.
Escribí esto aquí como un recordatorio de que ninguna experiencia es mala o corta si te transforma.
Hay frases, diálogos e ideas prestadas que al resignificarlas, pueden volverse nuestras.
Te amo, bye.
- iliana.
Llévame a algún lugar.